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Cuando hablamos de mesas, no solo pensamos en un mueble funcional. También son el alma de muchos espacios: el comedor, la cocina, incluso la terraza.
Y si hay un material que nunca falla en decoración, ese es la madera de roble. Si estás pensando en renovar tu mesa o comprar una nueva, quédate por aquí. Vamos a contarte por qué una encimera de roble es una opción ganadora.
El roble es una madera noble, resistente y con muchísima presencia. Se ha utilizado durante siglos en la fabricación de muebles y su popularidad no es casualidad. Tiene una veta muy marcada y bonita, con tonos cálidos. Esto le da un toque natural y acogedor que otros materiales simplemente no pueden igualar.
Además, el roble envejece con gracia. Con el paso del tiempo, su color se suaviza y su textura gana carácter, así que no solo tendrás una mesa bonita, sino una que mejora con los años.
Una mesa con encimera de roble es ese detalle que puede transformar por completo la decoración de un espacio.
Da igual si tu estilo es moderno, rústico, escandinavo o industrial: el roble combina con todo. Ese equilibrio entre lo natural y lo elegante lo hace muy versátil.
En ambientes fríos o con mucho metal y cristal, el roble aporta calidez y equilibrio. En espacios más clásicos o rústicos, refuerza la sensación de hogar y tradición. Y si te gusta el estilo minimalista, una encimera lisa de roble con patas negras o metálicas es simplemente perfecta.
la foto corresponde al modelo de mesa en roble Antxeta
Si hay algo que todos buscamos cuando invertimos en muebles, es que nos duren y no se vean anticuados al poco tiempo.
Aquí es donde el roble brilla. Es un clásico atemporal, nunca pasa de moda. Su aspecto natural hace que encaje tanto en tendencias actuales como en decoraciones más tradicionales.
Además, al ser una madera tan resistente si está bien construido tendrás una mesa que podrá pasar por varias generaciones.
Una de las ventajas más interesantes de una encimera de roble es su capacidad para adaptarse a diferentes estilos de patas, sillas y decoración en general. Aquí van algunas ideas:
Con patas negras metálicas: ideal para un estilo industrial o contemporáneo.
Con patas blancas o en roble claro: perfecto para ambientes nórdicos y luminosos.
Con sillas de colores vivos: el roble actúa como base neutra que resalta los colores sin sobrecargar el ambiente.
Con bancos de madera o sillas tapizadas: para un comedor cálido y acogedor.
El modelo de la foto es la mesa redonda Ulia
Otro punto a favor del roble es que se puede trabajar en casi cualquier forma y tamaño. Desde mesas redondas pequeñas para cocinas acogedoras, hasta mesas rectangulares grandes para comedores familiares.
Lo importante es que midas bien tu espacio y pienses en el uso que le vas a dar.
¿Comes en la mesa a diario? ¿Recibes a menudo a familiares o amigos? ¿Quieres una mesa extensible? Elige pensando en tu día a día, y si es de roble, ¡mejor todavía!
Es caballo ganador, resalta el ambiente sin quitar protagonismo al entorno, se puede trabajar a medida y en diversos tonos y simplemente porque quedan fantásticas.
El modelo de la foto es la mesa Artea en roble
Una mesa con encimera de roble no es solo una compra bonita: es una inversión en estilo, calidad y funcionalidad.
Te ofrece calidez, personalidad, resistencia y combina con casi cualquier tipo de decoración. Si quieres un mueble que te acompañe durante años y que siempre se vea bien, el roble es tu mejor aliado.
Y tú, ¿ya sabes qué tipo de mesa de roble quieres para tu casa?
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