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Las sillas con brazos son como mini butacas alrededor de la mesa: recogen el cuerpo, nos invitan a quedarnos de sobremesa y dan un punto más acogedor al comedor o a los espacios abiertos tipo salón–comedor o cocina con isla.
Dentro de esta familia entran las sillas con brazos tapizadas, los sillones de comedor, las butacas pequeñas… Es decir, todas esas piezas donde apoyas codos y hombros y sientes que el asiento te “abraza”.
En este artículo vamos a ver, con calma y sin tecnicismos, las ventajas e inconvenientes de las sillas con brazos para que decidas si son para tu casa… o si te conviene combinarlas con sillas sin brazos.
Si te gusta disfrutar de la mesa, una silla de comedor con brazos es una aliada. Estas son las ventajas que más valoran nuestros clientes:
Comodidad para sobremesas largas
Los brazos sostienen hombros y codos, relajan la espalda y evitan posturas raras cuando la comida se alarga.
Sensación de “mini butaca”
Especialmente en las sillas con brazos tapizadas, el asiento y el respaldo acolchados te envuelven y te invitan a quedarte.
Más seguridad para personas mayores
Facilitan sentarse y levantarse apoyando las manos en los brazos, algo clave si hay personas mayores o con movilidad reducida en casa.
Imagen más cuidada del comedor
Una silla con brazos en cabeceras o alrededor de la mesa aporta sensación de calidad y hace que el comedor se vea más decorado.
Postura más recogida y cómoda
Si trabajas o usas el portátil en la mesa de comedor, el apoyo extra de los brazos ayuda a mantener una postura más relajada.
En resumen: si tu prioridad es la comodidad y te encanta disfrutar de las sobremesas, las sillas con brazos juegan claramente a tu favor.
En espacios abiertos, las sillas con brazos funcionan casi como un puente entre el salón y la zona de comer:
Más coherencia visual
Si el comedor está pegado al sofá, unas sillas con brazos tipo sillón ayudan a que todo se vea como una única zona de estar bien integrada.
Asiento extra de salón
Cuando hay visitas, alguien acaba en la silla del comedor mirando la tele o charlando. Si tiene brazos, la sensación de confort es mucho mayor.
Delimitan el espacio
En una cocina abierta, sillas tapizadas con brazos alrededor de la mesa o junto a la península marcan muy bien la “zona comedor” sin necesidad de tabiques.
Más calidez y acogimiento
Al ser piezas más voluminosas y tapizadas, abrigan visualmente el espacio y lo hacen más acogedor, con ese punto “de hotel bonito” que gusta tanto.
Si tu salón–comedor es grande o rectangular, una buena silla con brazos tapizada puede equilibrar volúmenes y darle al conjunto un aire mucho más elegante y armónico.
No todo son ventajas. Como decoradora suelo revisar estos puntos antes de recomendar sillas de comedor con brazos:
La clave está en elegir modelos compactos, con brazos pensados para encajar bajo la mesa y un ancho contenido. Más abajo te enseño un ejemplo muy práctico: la silla con brazos Adarra.
Si buscas una silla con brazos tapizada para mesa de comedor que sea muy cómoda pero no enorme, el modelo Adarra es de esos que funcionan muy bien en comedores reales: pisos de tamaño normal, familias que usan la mesa a diario y quieren algo bonito pero práctico.
Adarra es una silla de comedor con brazos de líneas cálidas y contemporáneas, con patas de madera y asiento tapizado muy mullido.
El respaldo recoge la zona lumbar y los brazos envuelven sin ocupar más de la cuenta, por lo que es ideal para:
Además, sus tapizados son de fácil limpieza, perfectos para casas con niños, mascotas o simplemente para quienes quieren olvidarse de estar sufriendo por las manchas.

Antes de decidirte por un modelo concreto de silla con brazos, te recomiendo revisar estos puntos clave. Piensa en ellos como una pequeña checklist rápida:
Medidas de la mesa
Toma ancho y largo de la mesa y fíjate si lleva faldón o travesaños. Así sabrás cuántas sillas con brazos caben realmente sin apretar a los comensales.
Altura de los brazos
Comprueba que los brazos pueden entrar bajo el sobre o el faldón de la mesa. Ganarás comodidad al mover la silla con brazos y no robarás espacio de paso.
Uso real del comedor
¿Solo comidas puntuales o sobremesas largas y teletrabajo? Si vas a pasar muchas horas, apuesta por sillas con brazos tapizadas y acolchadas de verdad cómodas.
Tapizado y limpieza
Elige tejidos de fácil limpieza, antimanchas o de uso intensivo, sobre todo si hay niños o mascotas. Mejor sufrir menos y disfrutar más de las sillas.
Estilo del espacio
En ambientes nórdicos funcionan muy bien patas de madera y tapizados claros; en espacios más urbanos, patas metálicas y tonos más intensos para tus sillas con brazos.
Combinar con sillas sin brazos
Una idea muy práctica: sillas con brazos en cabeceras y sin brazos en laterales. Ganas confort donde más se nota y mantienes buena capacidad de plazas.
Teniendo claros estos seis puntos, es mucho más fácil acertar y que tus sillas con brazos tapizadas se adapten a tu mesa, a tu casa y a tu día a día sin complicaciones.
A la hora de elegir sillas con brazos, la mesa es casi tan importante como la propia silla. No vale cualquier modelo: necesitamos una estructura que deje buena altura libre para las piernas y no choque con los brazos al acercarnos.
La mesa Lauri es un ejemplo perfecto de mesa adecuada para sillas con brazos. Su diseño con el faldón remetido nos regala unos centímetros extra en la parte interior, lo que se traduce en más espacio para las rodillas y en la posibilidad de acercar bien la silla sin golpes incómodos.
Además, Lauri ofrece una altura libre muy cómoda, ideal para que los brazos de la silla pasen por debajo del sobre y la postura al sentarse sea natural. Todo esto sin renunciar a la estética: es una mesa muy elegante, con encimeras de roble floreado que destacan y dan personalidad al comedor.
Si buscas una mesa que funcione bien con sillas con brazos tapizadas y, al mismo tiempo, aporte calidez y diseño, la mesa Lauri es una opción a tener muy en cuenta.

Cuando hay personas mayores en casa o alguien que ha sido operado de cadera, la elección de la silla ya no es solo estética: tiene mucho que ver con la seguridad y la comodidad del día a día. En estos casos, las sillas con brazos son casi imprescindibles.
La silla con brazos Ema está pensada precisamente para ellos. Sus brazos firmes y bien situados permiten apoyar las manos para sentarse y levantarse con más seguridad, reduciendo el miedo a caerse y el poder levntarse de la silla con mejor firmeza
Otro punto clave de la silla Ema es que resulta muy fácil de limpiar y de mantener, gracias a su asiento y respaldo en polipropileno moldeado.
Seguro que has visto esta silla en hospitales y centros de dia por su resistencia y practicidad por lo que es una apuesta segura para usar en cocinas y hogares.

Sí, las sillas con brazos son muy cómodas para uso diario, sobre todo si te gusta alargar la sobremesa. Los brazos ayudan a relajar hombros y codos, dan sensación de “butaca pequeña” y mejoran la postura al sentarse. En comedores familiares o espacios abiertos son una muy buena opción si priorizas confort.
Una silla con brazos suele ocupar algo más de ancho que una silla sin brazos. Como referencia, calcula unos 60 cm por persona para estar cómodo. Si la mesa es pequeña, puedes combinar sillas con brazos en las cabeceras y sin brazos en los laterales para optimizar el espacio.
Las sillas con brazos son especialmente recomendables para personas mayores o con movilidad reducida, porque los brazos sirven de apoyo al sentarse y levantarse. Modelos como Ema ofrecen brazos firmes, asiento estable y buena amplitud, lo que aporta seguridad y comodidad en el día a día.
Sí, es una combinación muy práctica y decorativa. Una idea frecuente es colocar sillas con brazos en las cabeceras y sillas sin brazos en los laterales. Así consigues más confort en los asientos “principales” sin perder plazas alrededor de la mesa.
Depende de la altura del sobre y del faldón de la mesa. Lo ideal es que los brazos de la silla de comedor con brazos queden unos centímetros por debajo de la parte inferior de la mesa para poder recoger la silla sin que choque. Por eso siempre es importante revisar medidas antes de comprar.
Para sillas con brazos tapizadas en casas con niños o mascotas, lo mejor son telas antimanchas o de fácil limpieza. Tambien disponemos de tejidos especiales para mascotas con tapizados por ejemplo antirasguños y de fácil limpieza.
Como orientación, calcula un mínimo de 60 cm por comensal cuando utilices sillas con brazos. Algunos modelos muy compactos permiten algo menos, pero con esa medida tendrás sitio para moverte y apoyar los brazos sin chocar con la silla de al lado.
En espacios abiertos o salones–comedor, una silla con brazos cómoda funciona casi como una butaca ligera. Es perfecta como asiento extra cuando hay visitas, para leer cerca de la mesa o incluso para ver la tele si la mesa está integrada en la zona de estar.
Una silla con brazos está pensada para encajar bien bajo la mesa y ocupar menos fondo que una butaca. Las pequeñas butacas suelen ser más voluminosas y no siempre se recogen bien. Los modelos de silla con brazos actuales consiguen ese efecto de “butaca cómoda” con medidas adaptadas al comedor.
Piensa primero en el uso real de la mesa y en el espacio disponible. Si buscas comodidad y apoyo, las sillas con brazos son la mejor opción; si la prioridad es ganar plazas y el comedor es pequeño, las sillas sin brazos ayudan a aprovechar cada centímetro. Una solución intermedia muy habitual es combinar ambos tipos en la misma mesa.
En tusmesasysillas.com somos especialistas en sillas y mesas y disponemos de diferrentes modelos de calidad y probada ergonomina para una silla con brazos
En Diseño A24 en su exposición de San Sebastian situada en la C/Zabaleta nº 36 puedes probar diferentes sillas con brazos como a silla Ema,Adarra, Curvi....